EL CARPINTERO. Asombrosa concepción.
Lo que yo hablo y escribo es la concepción de Dios, lleva el sello angelical de las tres Divinidades El Padre, El Hijo, Espíritu Santo. He sido bendecido con ese don, juzgue usted que no ostento ni el tercer ciclo de primaria y lo he dicho que soy egresado de la universidad del mundo, pero no he dicho que el rector de la universidad es el sabio espíritu de Dios, el Dios que no se ve ni se toca pero existe. Los invito a leer el Oasis de la palabra de Jesucristo en sus 2 enciclopedias de 5 tomos cada una más folletos y tratados / Inspiración Divina del mismo Dios que es mi Dios de amor, bondad, perdón. Soy escritor de obras literarias, periodísticas y musicales, estas han recorrido los continentes en redes sociales y nadie les ha dado el valor que merecen, su autor es ignorado tal parece que fuera anónimo, todo por la envidia enfermedad que carcome los sentimientos de muchos humanos. Los comerciantes de la palabra, agiotistas que niegan el pan a quienes se expresan por medio de la palabra en sus diferentes formas de expresión, hay reconocimiento por compadrazgo y no por el valor que encierra dicha obra, hay muchos titulados que llenan las entidades por su título y no por lo que expresan, hace falta reconocimiento para esta labor llamémosle social que medio se divulga en medios de comunicación, estos que comercian con lo escrito , pero nada dan al escritor. Se enfocan en acumular capital y se hacen pasar por dadivosos con sus colaboradores. chus@tribunadelaverdad.com