poema:
“El tiempo no se detiene”
han pasado tantas primaveras
tantas noches-tantas lunas
y si tu ángel mio trémula vieras
El barco navegar sobre brumas.
Los ríos corren hacia el mar ruidoso
este los recibe y con frenesí los abraza
con las olas y su viento poderoso
es como el ser celoso amenaza.
El que ama con furia desmedida
en perturbado acento ruidoso
causa en sí ¡A! profunda herida
por ser del amor bondadoso.
Mujeres que -o- encandilan
con su ego instinto vanidoso
en la realidad sombra destilan
al ser del amor no cauteloso.
Veamos optimistas el atardecer
do la azucena y el lirio se marchita
prestos a su destino de fenecer
la vida como la flor se marchita.
Hacia el edén del olvido vamos
cantando o sin consuelo llorando
en radar de vida y muerte estamos
no se entiende lo que está pasando.
La tumba no descrita solitaria y fría
existe en las sombras de la noche
y el murmullo de lo que valía
se fue sin condena y sin reproche.
En el amor hay que saber amar
porque no todo es color de rosa
valora con quien quieres soñar
no ser mártir de consecuencia dolorosa.
Hablo para ella y para él en conciencia
no, no debes amar-querer sin medida
para no lamentar en tu inocencia
la nefasta creencia que causa cruel herida.
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