Poema.
El tiempo que marca la alegría o la soledad del corazón.
Raudos pasan los vientos
dejando alegría o tristeza
son en sí eternos lamentos
que en la vida el infortunio reza.
Un día encontré bella rosa
y en su rama me enrrede
era tan fragante y hermosa
de mi alma la esencia le brinde.
Camine adormecido loco de amor
ella era bálsamo para mi alma
la amaba y nunca pensé en el dolor
que quema, arde como una llama.
yo soy ceniza de la felicidad y el dolor
más en mi malogrado recuerdo vive
ese inmenso sueño de cristalizar el amor
aquel que dentro de mí aún vive.
No tiene razón de ser solo yo te quise
tu fingiste quererme dentro de tu redil
en ti la maldad como mala hierba crece
aún estés llena de labia y encantos mil.
El sueño que creí sería eterno contigo
fue sepultado en el edén del olvido
y aún con tu recuerdo a veces mitigo
lo que fue por el tiempo y falsedad roído.
Jesus Alvizures.
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