Re publicación literaria.
Soy Jalapa GT agregó una foto nueva al álbum ESCRITORES DE MI JALAPA — en Jalapa (Jalapa).
17 h ·
TEMPORADAS DE CIRCOS EN #JALAPA 🇧🇴🎪🤹♀🤹🎭🐘🦙🐫🐪🐅🐆🐊🇧🇴
La llegada de los circos a Jalapa, siempre ha sido motivo de entusiasta alegría. No bien, se vaciaban los convoyes de sus pertenencias, cuando ya los patojos embelequeros se arremolinaban en los campos. Ya para arrojarlo cáscaras a los monos, ya para descubrirles alguna similitud con los aleros de vagancia.
Acostumbrados como estaban, los patojos, a ver felinos solo en las páginas de los álbumes de Historia Natural, no dejaban de erizarlos sus rugidos, percibidos como auténticas réplicas de retumbos.
Los paquidermos, esas grandes moles de cuero rugoso que, balanceándose estacionarias resoplaban con el moco tilinte y las orejas desperezadas, casi nunca salían ilesos de las andanadas de piedras que les acertaban los mismos diablos con el solo pretexto de afinar puntería.
Levantadas ya las carpas, los artistas se ataviaban con sus mejores galas, y animados por una alegre banda de música, acróbatas, contorsionistas, payasos y bailarinas, salían a recorrer las principales calles, perifoneando la programación de sus espectáculos.
De esa manera, nombres de circos como: Los Hermanos Ponce, Navarro, Kin Black, Rey Gitano, Emperador, Pirrin y otros recrearon por mucho tiempo la curiosidad de distintas generaciones, pero como no todo es alegría en este mundo, como lo fuera la voluntad y la filosofía de los payasos, muchas veces sus cíclicas visitas, se vieron empañadas por la magnitud de alguna tragedia. Es así como en el año 1967, después de terminada la función nocturna del circo Emperador, a la hora en que los artistas se despojaron de sus artificios y se entregaban a los brazos de Morfeo, un viejo León de melena escapó de la jaula y arremetiendo contra un enano que titiritaba sufriendo las secuelas de la goma, de un manotazo lo desapareció del mapa, empotrándose en una casa de tablas habitada por dos ancianas donde después de olisquear sus contornos finalmente fue reintegrado a latigazo cruzado por su domador, Tarzán López.
En otra ocasión, pero en el año 1964, mientras se adueñaban de las alturas las llamadas, Águilas del Trapecio, por un error en las coordenadas de vuelo, el trapecista libre varió de dirección y no cazo con el trapecista fijo e impulsado por el envión, salió fuera del redondel, muriendo en el acto.
Bondadoso como siempre, el pueblo de Jalapa, hizo paralizar la función y recogiendo en brazos al infortunado artista, esa misma noche fue velado, y anegado de flores el redondel del circo, al medio día siguiente se le dio cristiana sepultura.
Escritor:
Lic. Walter Yohol Alvizures
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